domingo, 9 de agosto de 2009

EL SOLICITANTE DESCOLOCADO























2

Me detengo un momento
en el país de los países
de las maravillas
la izquierda es la derecha
lo blanco es negro.

—Es éste el país
equívoco del equívoco
de los equívocos
pregunté.

—No obstante
trata de dar
los pasos necesarios
y salgo
y entro
pero no sé
si estoy entrando
estoy saliendo

y hay que bajar
para subir
y si es que sube
baja

y salgo
y entro

y doy tres pasos
adelante
y estoy atrás
y atrás
se está adelante

y nunca
vuelvo al mismo lugar. Nunca
pero se vuelve
siempre
siempre
y salgo y entro y salgo y entro

con la cabeza
del juglar
a la que el sol
golpea
y golpea

Al paso
al paso
—Generaciones y generaciones
jodidas por la estética
cometida
con premeditación
dijo el que estaba desde la barricada
haciéndola
detrás de.

jodidos y jodiendo
a los demás
por dorar demasiado
la pildora
por eso
a no "poetizar"
ya más
lo podrido
está podrido
lo enfermo
está enfermo
no digo
no
quedar en la puteada
gritó
el que estaba desde la
pero sí
que hay que acabar
con el miedo
a pegar el cascotazo
dijo pegando el
lanzando un

habla
di tu palabra
y si eres poeta
"eso" será poesía

que tu palabra
sea irrupción
de lo espontáneo
que lo que digas
diga tu existencia
antes
que "tu poesía"

que tu ritmo
sea
pulso de la vida
antes que un elemento
de la música
gritó
arrojando otro
pegando
que tu verso
dé la vida
antes que su comentario

asoma
asoma
de entre tantas
sofisticadas
acumulaciones
dijo asomando el que estaba desde la barricada
asomando

libre de la complicidad
con "lo poético"
asome
tu duro estallido
de palabras
golpeando
rompe el mito
de que has nacido antes que nada
para expresar "lo bello"
para decirlo ante todo
"bellamente"

¡Comienza a abandonar esos prejuicios!


¡COMPRENDE QUE ES IMPORTANTE
QUE TE TEMAN!


gritó el que estaba
detrás
lanzando
arrojando otro y otro

cómo
no hacerlo entonces

en medio de un país
podrido por la injusticia

golpea
golpea
en la llaga
libre de la "belleza"
libre de "lo poético"
y golpea
gritó asomando detrás de
desde la
y que ése sea tu gesto
y que la palabra sea
tu gesto

Pero quién dijo
que no nos reencontramos
acaso
no nos reencontramos y
reencontramos
en el podrido tren de todos los días
suburbanos
en el podrido y repleto
colectivo
de todas las santísimas jornadas

entonces es
cuando el tipo que en el tren
de todos los días
propone el juego de recordar
cuántas cosas
"antes"
se compraban con un peso
dice
—Aquélla era otra época
pero cuántos viejos.

ganaban ese peso
viejo?

y ahora
cómo hago yo
cómo hago
para comprarme un traje nuevo
grita
el pobre tipo de los harapos
en la vía
mientras las ruedas por debajo
rodaron y rodaron
entonces sobreviene
un cargado silencio

y el tipo que compraba
"antes"
tantas cosas con un peso
se pone a canturrear

"Oh oh en aquella época
yo compré
una vaquita
por un peso"
y veo en su rostro
de papagayo
viejo
y en cada surco
de sus cariadas arrugas

y él repetía
"Oh oh en aquella época
yo compré
una vaquita
por un peso"

"y ahora la plata
no vale nada
no vale nada
no vale nada"

y cada vez el sol golpea
más en mi cabeza
y las ruedas por debajo
ruedan y ruedan

y sentencia la anciana
de pelo platinado:
—Es la ley de la vida
Y uno que parecía joven sentenció:
—Hoy en día
Y otro de maduro aspecto
también sentencia: —Antes
la gente era muy buena
ahora
es muy mala

y cuando todos los podridos
viejos
los podridos maduros
y los podridos jóvenes
estaban sentenciados
los vi bajar
no sé en qué estación
y vi que seguían
me pareció
al
—no sé hacia dónde—
viejo papagayo rayado
que repetía
la canción de "aquella época"

Pero cuando subo al tren
que no para en todas las estaciones
rápido
y el fresco
de la última
hora del crepúsculo
la cabeza golpeada
está
como dulcemente dormida

y entonces
aparece de pronto
el hombre de todos los mágicos
elásticos peines
los estampados electrónicos
brillantes
las agujas
los suaves analgésicos

—Señores atención
basta
que alguien piense un poco
para que la bomba que todo lo borrará
no estalle y lo borre todo
menos tu risa mueca
dijo
y pareció mirarme fijamente
después
siguió vendiendo

En el país de:
y di tres pasos
hacia los libertadores
y eran los.
y matan y persiguen y rondan y secuestran
sollozando al occidente
sollozando al occidente
y bailan alrededor
de un cadáver que no muere...



Vomito
Todos los días vomito en este culo infectado del mundo
y canto
desde un puntito llamado
Llavallol
era el año en que Boca Juniors
ganó
su XVI estrella
i un puntito
ubicado en el partido de Lomas de
Zamora en la provincia de Buenos Aires
una
de las de la República
Argentina
mi país
la puta
de América
obligada a hacer
la zorra
por
los sables corvos
obligada
a encorvarse
a hacer la
y un pueblo
que a veces me pregunto
si aguanta todo
y aquí estamos para eso
para aguantar
dicen los más
cuando aceptan
tranquilidad
en medio de la podredumbre
y las condiciones no están dadas están dadas
y muy pocos todavía
dicen
"la cuestión es
saber hacerlo"
—¿No se ha
hablado
bastante?
en el culo infectado de la puta de América...



En el primer piso
ella
mostraba un tanto
sus medias negras

en el segundo
un poco
más arriba de
la rodilla
el negro
el negro
con el blanco
de su carne

en el tercero
aun más arriba
lentamente
lenta
su pollera
dejaba ver no sé bien
qué extraña
prenda íntima empecé
a enardecer

en el cuarto
aún más arriba
pero no
tanto
quizás sólo
un poco

en el quinto
me aferré a los barrotes
del ascensor
perfumado
gritando oh dios
oh dios
permite que

en el sexto
pude ver cómo ella
se contorneaba
de un modo
especial

permite que
quise salir
quise salir
pero los barrotes
en el séptimo
alcancé a ver
su rostro:
creí que me llamaba
ofreciéndose
en el octavo
todas sus prendas
menos una
no sé bien
esparcidas a sus pies
bajo su
blancura

pero no:
después de pasar
de no acabar de
subir el octavo
entre este y el noveno
detenido
sujeto a los barrotes
gritando oh dios
permíteme salir

y alguna vez podré
saciar mi deseo
alguna vez
de una sola vez

en Retiro
"espérame"
me dijo una vez
la pordiosera

"debajo de la Virgen
y
HAREMOS
DE TODO"

pero la paz
no descendió sobre
mi carne
ni aquella vez
ni otras

porque es el deseo
del deseo
lo que a mí
me enloquece

y detenido entre el octavo
y el noveno
ella mostraba
su última prenda
sobre la carne cómo
asirla
antes de que se esconda
tras el biombo

¡Y QUÉ HAY
QUÉ HAY DETRAS
DEL BIOMBO!




Leónidas Lamborghini (Argentina, Buenos Aires, 1927-2009)



(Fragmento ,incluido en
Las Patas en la fuente

)


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